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Menstruaciones irregulares, brotes persistentes de acné, y una lucha constante con el peso… Estos síntomas aparentemente aislados podrían estar diciéndote lo mismo: Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). Más allá de alterar tu metabolismo y peso corporal, también puede complicar los sueños de maternidad. En esta enriquecedora entrevista, dos médicos expertos detallan las causas del SOP, desmontan mitos populares y revelan seis estrategias alimenticias accesibles para recuperar la armonía hormonal. Descubre, paso a paso, cómo entender el sutil lenguaje de tu cuerpo y reconectar con tu bienestar interior.
Cambios hormonales silenciosos pueden estar detrás de signos como reglas irregulares o acné crónico. Muchas mujeres también enfrentan problemas para bajar de peso o lograr un embarazo, todos ellos indicios potenciales del Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). Hoy nos acompaña la Dra. Yang Xiaoxuan, experta en fertilidad del Centro Reproductivo Hexin, para ahondar en la conexión entre SOP y obesidad, y cómo podemos comenzar a transformar este panorama.
¿Qué causa el síndrome de ovario poliquístico?
Aunque la ciencia aún investiga sus orígenes, el SOP puede describirse como un ciclo vicioso que va creciendo como una bola de nieve. Las mujeres con esta condición tienden a tener una mayor producción de andrógenos por parte de los ovarios y glándulas suprarrenales. Estos estimulan la acumulación de células grasas, que a su vez liberan hormonas que activan nuevamente la producción de andrógenos. Así, se desencadena un círculo que favorece la piel oleosa, acné severo y caída del cabello.
Las hormonas enviadas por estas células grasas también pueden interferir con la sensibilidad del cuerpo a la insulina. Cuando las células no responden bien a esta, el cuerpo produce más insulina, la cual también estimula la producción de andrógenos tanto en ovarios como en glándulas suprarrenales. Todo es una danza bioquímica tan delicada como compleja.
Impacto del SOP en el cuerpo femenino
El síndrome de ovario poliquístico es uno de los trastornos endocrinos más frecuentes entre mujeres jóvenes. Alrededor de una de cada diez mujeres lo padece, y más de la mitad enfrenta problemas de sobrepeso. Aunque algunas perciben la ausencia de la menstruación por meses como algo sin importancia (e incluso como un alivio), en realidad, el SOP se relaciona estrechamente con enfermedades metabólicas. Estudios indican que después de los 40 años, muchas pacientes con SOP desarrollan diabetes, y en etapas reproductivas, enfrentan un alto riesgo de diabetes gestacional.
En este contexto, muchas lectoras podrían vincular la diabetes y estos trastornos hormonales con un enemigo común: la temida resistencia a la insulina. Investigaciones médicas afirman una fuerte relación entre SOP y esta condición, que no solo eleva el riesgo de diabetes tipo 2, sino que también aumenta probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales e incluso ciertos tipos de cáncer y demencia.
Quizás te preguntes si después de la menopausia, en ausencia de menstruación, se desvanecen los problemas del SOP. Lamentablemente, no es así. La ausencia prolongada de la regla puede conllevar alteraciones en el endometrio (capa interna del útero), que, si no se detectan a tiempo, podrían derivar en complicaciones serias como el cáncer uterino.
Es importante recordar que las reglas irregulares son apenas la punta del iceberg. Los desequilibrios hormonales, como la resistencia a la insulina, están presentes independientemente de la edad, y se intensifican con el paso del tiempo, sumando riesgos para tu salud integral.
Importante: Si llevás más de dos meses sin menstruar, agendá una cita con tu ginecóloga cuanto antes para una evaluación profunda y posible tratamiento hormonal.
¿Solo las mujeres con sobrepeso pueden tener SOP? El caso de las delgadas
La literatura científica revela que hasta un 5 % de las mujeres con SOP tienen un cuerpo delgado. Este grupo a menudo piensa que está a salvo de los riesgos de grasa e insulina. Sin embargo, estudios han mostrado que estas mujeres también acumulan grasa visceral, presentan resistencia a la insulina y niveles elevados de andrógenos. Aunque no necesitan perder peso, sí deben enfocarse en una alimentación consciente y hábitos de vida saludables para proteger su equilibrio hormonal. Esta condición se parece al cuerpo de una persona “mofletuda”: delgada a simple vista, pero con disfunciones hormonales y efectos invisibles en su metabolismo.
¿Cómo diagnostican los médicos el SOP?
Una dieta desequilibrada y el estrés del entorno son algunos de los factores que desencadenan el SOP. En el campo de la ginecología se utiliza comúnmente el “criterio de Rotterdam” para confirmar el diagnóstico.
Criterio 1: Andrógenos elevados
Los niveles altos de andrógenos pueden comprobarse mediante análisis de sangre, aunque muchas veces los signos físicos ya delatan el desajuste: piel grasa, acné, aumento de peso o pérdida de cabello.
Criterio 2: Ciclos menstruales irregulares
Menstruaciones que superan los 35 días entre ciclos, o menos de ocho por año, señalan un problema de ovulación crónica.
Criterio 3: Ecografía
Con una ecografía transvaginal, el especialista podrá observar el aspecto de tus ovarios y confirmar si hay signos de SOP.
Excepto por el tercer criterio que requiere un examen médico, las otras señales podés observarlas vos misma en casa—¡escuchá a tu cuerpo!
Artículo original tomado de Clínica Inicial. No reproducir sin autorización.
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