La estrategia del expresidente Donald Trump y de su aliado Russ Vought sobre un posible cierre del gobierno federal genera crecientes dudas dentro del Partido Republicano. Legisladores como Mike Lee advierten que el plan podría dañar tanto a trabajadores federales como a la propia imagen del partido.
Republicanos y el cierre del gobierno: críticas internas
El senador Mike Lee criticó la táctica impulsada por Vought, exdirector de la Oficina de Presupuesto, a quien acusó de haber “soñado con este momento” desde su juventud.
Los republicanos críticos temen que el cierre, usado como herramienta política contra los demócratas, se perciba como insensible. Miles de empleados federales quedarían sin salario, generando un impacto humano significativo.
Cierre del gobierno: Republicanos y Trump: la apuesta riesgosa
Trump y Vought han sido claros: su objetivo es recortar fondos a programas que, según ellos, benefician a la izquierda. Sin embargo, varios republicanos temen que esta postura radical ahuyente a votantes moderados e independientes.
Analistas advierten que la maniobra puede volverse en contra del propio partido, tal como ocurrió en cierres anteriores.
Republicanos y el dilema político
El debate refleja una fractura interna: mientras algunos ven en el cierre una oportunidad para marcar diferencias con los demócratas, otros lo consideran un error estratégico que amenaza la estabilidad del país y la seguridad económica de miles de familias.
La incertidumbre crece a medida que se acerca la fecha límite presupuestaria, aumentando la presión en el Congreso y la tensión entre la ciudadanía.
Conclusión
El cierre del gobierno es ahora más que una pulseada partidaria: se ha convertido en un termómetro de la cohesión republicana. La pregunta es si Trump logrará imponer su estrategia o si el temor a un costo electoral forzará a sus correligionarios a rebelarse.
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