🍷 Enólogo chileno Álvaro Espinoza destaca en Costa Rica con vinos orgánicos y biodinámicos

El enólogo chileno Álvaro Espinoza, referente en la producción de vinos orgánicos y biodinámicos, visitó Costa Rica y conversó sobre su trayectoria, su filosofía de cultivo y el desarrollo de proyectos familiares que hoy son reconocidos internacionalmente.

Espinoza explicó que su trabajo comenzó en bodegas tradicionales en Chile, como Viña Carmen, y que con los años se enfocó en viticultura orgánica y luego biodinámica, en una época en la que estas prácticas casi no existían en el país. Señaló que, ante la resistencia de grandes empresas a adoptar estos cambios, decidió producir con sus propios medios y fundar una bodega a pequeña escala.

Actualmente, su proyecto opera en el valle del Maipo, con aproximadamente 20 hectáreas de viñedo y una línea de seis vinos, con una producción cercana a 40.000 botellas al año. Según Espinoza, se trata de una producción limitada, orientada a vinos de alta gama y con fuerte identidad de origen.

🍇 Pionero en vinos orgánicos y biodinámicos

Durante la entrevista, Espinoza recordó que su motivación por los vinos orgánicos nació de una inquietud técnica y ética: evitar el uso de tóxicos y pesticidas en los cultivos. Afirmó que nunca le hizo sentido depender de venenos para controlar plagas, por el impacto ambiental y en la salud humana. Con el tiempo, pasó de la agricultura orgánica a la agricultura biodinámica, que describió como una práctica más compleja y basada en equilibrio natural del viñedo.

También destacó que su bodega fue de las primeras en Chile en trabajar en pequeña escala bajo este modelo, y que ese enfoque le permitió enfocarse en calidad, expresión del lugar y carácter propio del vino.

Espinoza relató además que estuvo presente en el impulso de la cepa carmenère en Chile, desde sus primeras identificaciones en el viñedo hasta su promoción internacional como una variedad distintiva del país.

🍷 Líneas emblemáticas: Antillal, Cuyén y Pura Fe

El enólogo presentó en Costa Rica algunas de las etiquetas más representativas de su trabajo, entre ellas Antillal, un ensamblaje de carmenère, cabernet sauvignon y syrah, envejecido en encina francesa y producido bajo manejo orgánico y biodinámico desde el inicio. Explicó que “Antillal” significa “hijos del sol” en lengua mapuche, y que la identidad visual de la botella incorpora ese simbolismo.

También habló de Cuyén, cuyo nombre remite a la luna en mapudungun. En este caso, se trata de una mezcla liderada por syrah, con participación de cabernet sauvignon, carmenère y petit verdot. Señaló que tanto Antillal como Cuyén buscan reflejar el origen del viñedo y la calidad del valle del Maipo.

Además, presentó la línea Pura Fe, que describió como una propuesta más accesible en precio pero manteniendo criterios de vino premium. Indicó que esta línea incluye, entre otros, carmenère y cabernet sauvignon, y utiliza sellado en cera, en lugar de cápsulas de plástico o aluminio, como una decisión ambiental para reducir residuos y presentar un empaque más sostenible.

👨‍👩‍👦 Proyecto familiar y presencia en Costa Rica

Espinoza afirmó que el proyecto es familiar. Contó que inició junto con su esposa Marina, quien asumió la gestión administrativa y comercial, mientras él se encargó de la parte técnica y productiva. Hoy participan también sus tres hijos.

El enólogo señaló que, aunque el mercado del vino es exigente y de mucho sacrificio, mantiene el objetivo de elaborar vinos que expresen el territorio y respeten el ambiente. Durante su visita al país, indicó que la familia viajó completa para acompañar las actividades y presentaciones, incluida su participación en espacios de promoción de vino en Costa Rica.

Fuente: Entrevista brindada por Álvaro Espinoza a StayTV Noticias
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Diego Molina

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