San José, 2 de mayo de 2025. El panorama económico global para 2025 está marcado por la incertidumbre, y Costa Rica no es la excepción. La reimplementación de una política comercial proteccionista por parte del presidente estadounidense Donald Trump ha encendido las alertas. El nuevo arancel general del 10% sobre casi todas las importaciones, anunciado el pasado 2 de abril, amenaza directamente la estabilidad de las exportaciones costarricenses, de las cuales el 44,5% tienen como destino Estados Unidos.
Proyecciones de crecimiento más bajas
Según el informe macroeconómico del CINPE-UNA, la economía costarricense podría crecer apenas un 3,0% en 2025 si se concretan los aranceles. En un escenario sin la aplicación de estas tarifas, el crecimiento podría alcanzar hasta un 3,6%. Esta brecha evidencia el fuerte impacto que puede tener el comercio exterior sobre el dinamismo económico nacional.
Exportaciones vulnerables
El análisis del informe muestra que sectores como el de dispositivos médicos, piña, banano y café, principales rubros de exportación a EE.UU., podrían verse particularmente afectados. Los instrumentos médicos y productos afines representaron más del 50% de las exportaciones costarricenses al mercado estadounidense en 2023.
Balanza comercial y régimen de zona franca
A pesar del déficit comercial con EE.UU., la zona franca ha sido clave en el crecimiento exportador. En 2023, el 65,5% del total exportado provino de este régimen. La estructura exportadora basada en manufactura avanzada y servicios, aunque diversificada, sigue siendo vulnerable a medidas unilaterales como los nuevos aranceles.
Impacto en la inversión extranjera directa (IED)
Los flujos de IED también podrían disminuir. La inestabilidad comercial genera dudas entre los inversionistas, especialmente en sectores como tecnología, manufactura y servicios financieros, que tradicionalmente han encontrado en Costa Rica una plataforma confiable para exportar a Norteamérica.
Inflación contenida, pero con riesgos latentes
Aunque la inflación en Costa Rica se mantiene dentro del rango meta del Banco Central (1,2% interanual en marzo), los aranceles podrían presionar al alza los precios si se trasladan a los bienes importados o si provocan devaluación.
Turismo y seguridad, un binomio sensible
El turismo, otro pilar económico, también muestra signos de desaceleración. En el primer trimestre de 2025, las llegadas internacionales vía aérea disminuyeron levemente respecto al mismo periodo de 2024. La inseguridad, con un repunte de homicidios a inicios de año, podría estar incidiendo en esta tendencia.
Desempleo a la baja, pero con retos
La tasa de desempleo se redujo a 7,4% en febrero de 2025, frente al 7,8% del año anterior. No obstante, persisten la informalidad y la exclusión laboral entre jóvenes y población no asegurada. La pérdida de dinamismo económico podría frenar esta mejoría.
Conclusión: incertidumbre que exige acción
Costa Rica se enfrenta a una coyuntura desafiante, con un entorno externo hostil que podría limitar sus perspectivas de crecimiento. La necesidad de diversificar mercados, reforzar la competitividad interna y mantener un clima atractivo para la inversión es más urgente que nunca. Mientras tanto, los efectos de las políticas de la primera economía del mundo seguirán siendo un factor determinante para el rumbo del país en 2025.