Beijing/Washington — Con el objetivo de reducir la tensión comercial vigente, Estados Unidos y China han decidido suspender, por un plazo de 90 días, la imposición de nuevos aranceles sobre sus respectivas importaciones. Esta medida contempla la eliminación de las tarifas anunciadas en abril y el mantenimiento de un arancel base del 10%.
Por parte de Estados Unidos, la suspensión implica dejar sin efecto el incremento del 24% en los aranceles para productos provenientes de la China continental, así como de las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao. De forma recíproca, China eliminará los aumentos arancelarios anunciados sobre productos estadounidenses, así como otras contramedidas no arancelarias vigentes desde el 2 de abril.
Ambos países también acordaron establecer un mecanismo de diálogo económico y comercial, encabezado por el viceprimer ministro chino He Lifeng, el secretario del Tesoro estadounidense Scott Beset y el representante comercial Jameson Greer. Las reuniones se alternarán entre ambos países y, según lo requiera la coyuntura, podrán incluir la participación de terceros actores.
La implementación de este acuerdo representa un avance significativo para aliviar las tensiones entre las dos economías más grandes del planeta, con la expectativa de alcanzar consensos duraderos y contribuir a la estabilidad del comercio internacional.
