¿Comer azúcar realmente nos hace felices? Nutricionista revela cómo sentirse bien sin dulce

By Ryan
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San José – Después de un día complicado, una ruptura amorosa o largas horas frente a la computadora, muchas personas encuentran consuelo en un chocolate o una galleta. Pero, ¿es realmente el azúcar el responsable de hacernos sentir mejor? Según expertos en nutrición, esta necesidad puede tener una explicación más profunda relacionada con nuestro intestino, al que ya se le conoce como el ‘segundo cerebro’.

Estudios científicos han demostrado que existe una conexión directa entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro. Esta red de comunicación influye en nuestro estado de ánimo, nuestros impulsos e incluso en las ganas que tenemos de consumir ciertos alimentos, especialmente los dulces. De ahí que, en momentos de estrés o tristeza, muchas personas busquen consuelo en un postre.

Sin embargo, la nutricionista costarricense Marcela Araya, especializada en salud intestinal, afirma que no es necesario depender del azúcar para sentirse bien. “Muchas veces culpamos la falta de voluntad, pero en realidad es nuestro microbioma intestinal enviando señales al cerebro para buscar satisfacción rápida a través del azúcar”, explica Araya.

Por fortuna, existen formas naturales de mejorar nuestro estado de ánimo sin tener que recurrir a los azúcares refinados. Aquí te compartimos seis estrategias avaladas por la ciencia:

1. Aumenta el consumo de alimentos ricos en triptófano: este aminoácido esencial es precursor de la serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”. Alimentos como semillas, nueces, huevos y lácteos fermentados son buenas fuentes.

2. Incorpora prebióticos en tu dieta: los alimentos como la cebolla, el ajo, el banano verde y los espárragos ayudan a alimentar las bacterias buenas del intestino, mejorando la comunicación con el cerebro.

3. Consume alimentos fermentados: el chucrut, el yogur natural y el kéfir no solo mejoran la salud digestiva, sino que también equilibran el estado de ánimo al promover el crecimiento de bacterias beneficiosas.

4. Varía tu alimentación: una dieta balanceada y diversa es clave para un microbioma saludable. Evitar la monotonía alimentaria mantiene el intestino bien nutrido y funcional.

5. Haz ejercicio regularmente: el movimiento físico estimula la liberación de endorfinas y contribuye directamente al bienestar emocional.

6. Duerme bien: la falta de sueño desequilibra las hormonas del hambre y aumenta los antojos por azúcar. Dormir entre siete y ocho horas por noche ayuda a regular estos impulsos.

“Cuando cuidamos nuestro intestino, cuidamos también nuestra mente”, concluye Araya. Así que antes de abrir una bolsa de dulces en momentos de bajón emocional, vale la pena detenerse y considerar otras opciones más saludables y sostenibles.

En Costa Rica, donde los índices de consumo de azúcar se mantienen elevados, implementar estos hábitos puede representar un paso significativo hacia una mejor salud mental y física.

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