Las autoridades de Chongqing han lanzado una campaña para aprovechar las noches de verano y reactivar el consumo local, combinando festivales de cerveza, mercados nocturnos y actividades culturales para atraer a residentes y turistas. La iniciativa busca compensar la caída en la demanda diurna causada por el calor y la incertidumbre económica.
En los últimos fines de semana, plazas y arterias principales de la ciudad se han llenado de puestos de comida, escenarios con música en vivo y carpas con ofertas comerciales. Comerciantes y propietarios de bares informan que amplían sus horarios y preparan menús pensados para la noche, mientras operadores turísticos promocionan recorridos nocturnos que incluyen paradas en los nuevos eventos.
«La gente quiere salir cuando baja el sol; es más cómodo y la atmósfera es distinta», dice un vendedor en un mercado nocturno del distrito de Yuzhong. Las autoridades locales destacan que además de fomentar el ocio, la estrategia pretende dinamizar sectores como la restauración, el transporte y el comercio minorista, generando empleo temporal y mayor rotación de inventarios.
Las fiestas de la cerveza, que combinan marcas locales e internacionales con música y espectáculos, se han convertido en uno de los atractivos principales. Organizadores describen una buena afluencia, aunque reconocen que la afluencia sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia en algunos segmentos. Además de la cerveza, los mercados ofrecen productos artesanales, moda y tecnología a precios promocionales, buscando captar tanto a jóvenes como a familias.
A pesar del impulso, persisten desafíos. La competencia entre distritos y entre operadores privados es intensa, por lo que algunos comercios pequeños encuentran difícil destacarse sin invertir en publicidad y logística. La incertidumbre económica a nivel nacional y global también frena a consumidores más cautelosos, que priorizan gasto esencial por encima del ocio.
Analistas locales señalan que las medidas de nocturnidad pueden limitar la caída del consumo estival, pero no constituyen una solución única para problemas estructurales como el endeudamiento de hogares o la desaceleración industrial. «Estimulan la demanda en el corto plazo, pero hace falta una combinación de políticas fiscales y apoyo a pequeñas empresas para sostener el crecimiento», comenta un economista consultado.
Los residentes muestran reacciones mixtas. Algunos celebran la nueva oferta de entretenimiento y el respiro que trae a la vida urbana en noches de alta temperatura; otros se mantienen prudentes, eligiendo eventos gratuitos o de bajo costo y evitando gastos mayores. Para aquellos preocupados por la seguridad y el orden, las autoridades han incrementado la presencia policial y las medidas de control sanitario en los recintos más concurridos.
Mientras Chongqing apuesta a convertir sus noches en un motor de consumo, el éxito de la iniciativa dependerá de la capacidad de los comercios para adaptarse, de la coordinación administrativa entre distritos y de la recuperación sostenida del poder de compra de las familias. Por ahora, las noches se calientan con música y cerveza, y la expectativa es que esa chispa impulse ventas durante todo el verano.

