En una era marcada por el ritmo acelerado y la presión constante del día a día, cada vez más personas se preguntan: ¿realmente estamos cuidando de nosotros mismos? Cuidarse no se limita solo a la apariencia exterior; implica una armonía profunda entre emociones, cuerpo y alma. La historia de Doris, fundadora de SoulKind, es el viaje transformador de alguien que pasó de liderar en el mundo corporativo a reconectar con su esencia y convertir el autocuidado en un estilo de vida tangible.
«El verdadero cuidado personal no solo se refleja en la piel: se trata de escuchar cómo está nuestro cuerpo y estado emocional.» Este fue el descubrimiento que marcó el comienzo de una nueva etapa para Doris, luego de renunciar, sin titubeos, a su exigente puesto ejecutivo para fundar SoulKind.
Doris había sido directora de marketing en un importante grupo corporativo. Durante años vivió bajo un ritmo desbordante, inmersa en tensas reuniones, con una mente que ni siquiera al dormir podía encontrar paz: «Pasaban días y semanas así sin parar.» Fueron cinco años de frenesí hasta que su cuerpo comenzó a enviar señales de alerta. Aun cuando muchos soñaban con su cargo, Doris tomó una decisión inusual y valiente: renunciar sin tener un plan definido.
Al dejar la oficina, su camino la llevó hacia la serenidad de los bosques y al arte de la aromaterapia. En ese entorno natural y apacible, regresó a sí misma. Su reconexión con la naturaleza y su mundo interior sembraron una inquietud poderosa: ¿Y si cada acto cotidiano—como lavarse la cara o tomar una ducha—pudiera convertirse en un ritual diario de sanación y bienestar?
Fue entonces cuando se preguntó: “¿Podré crear un producto para el baño y la limpieza que sea puro, respetuoso con las personas y también con la Tierra?”
Con experiencia previa en el desarrollo de marcas de cuidado personal, Doris entendía las limitaciones del mercado: la mayoría de los productos están formulados priorizando costos, compuestos en su mayoría por agua (hasta un 70%) y cargados con detergentes derivados del petróleo y fragancias artificiales. Ingredientes poco amables ni con la piel, ni con el planeta.
Impulsada por su convicción, fundó SoulKind, una marca centroamericana de bienestar orgánico. Después de un año de investigación meticulosa, presentó los dos primeros lanzamientos de la firma: “Real Esencia Facial” y “Real Esencia de Baño”.
Ambos productos están formulados con la innovadora tecnología exclusiva de la marca: una mezcla ultraconcentrada que elimina agua y agentes sintéticos por completo. La base es un destilado puro de rosas orgánicas y aminoácidos vegetales, con más del 98% de ingredientes de origen natural. Diseñados pensando también en las pieles más delicadas, en mujeres embarazadas y en infantes, cada fórmula busca ofrecer una experiencia de limpieza serena y llena de cariño.
Los dos productos estrella de SoulKind están elaborados con destilado de rosa orgánica y aminoácidos de plantas, sin añadidos de agua ni ingredientes petroquímicos. Más del 98% de la fórmula proviene de fuentes naturales.
Para Doris, SoulKind es la representación tangible de un viaje interior de sanación. Es también un recordatorio amoroso que quiere compartir con el mundo: “Algunos piensan que priorizarse a uno mismo es egoísmo, pero yo creo que quienes se cuidan de verdad, son quienes tienen la capacidad de cuidar a los demás.”
Ella está convencida de que, al aprender a amarnos, generamos más energía para amar también a quienes nos rodean, y al mundo entero. Esa es la esencia detrás del nombre SoulKind: “Sé amable contigo. Sé SoulKind.”
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