Jeetu Patel, ejecutivo de Cisco y director de producto, rechazó las advertencias apocalípticas que circulan sobre la inteligencia artificial y su impacto en el empleo. En una intervención reciente, Patel calificó como “absurda” la idea de que los seres humanos quedarán obsoletos y sostuvo que una de las peores decisiones que pueden tomar las empresas al adoptar IA es suprimir masivamente los trabajos de nivel inicial.
El debate sobre la automatización y la pérdida de empleos de entrada ha cobrado fuerza en los últimos años, con voces en el sector tecnológico que pronostican transformaciones profundas en la estructura laboral. Patel sostuvo que, lejos de una sustitución total, la IA debe usarse como herramienta para complementar al trabajador y para elevar la calidad del trabajo. “Me niego a creer que los humanos van a ser obsoletos. Me parece un concepto absurdo”, afirmó, subrayando la necesidad de enfoques prudentes y humanos en la implementación tecnológica.
Según Patel, el llamado “stupidest thing” —la decisión más equivocada— sería reemplazar funciones que, actualmente, sirven como puerta de entrada al mercado laboral. Esas posiciones no solo ofrecen experiencia técnica y capacidad de aprendizaje temprano, sino que también actúan como escalones para carreras más complejas. El ejecutivo instó a las empresas a rediseñar procesos, invertir en formación y crear roles híbridos que integren herramientas automatizadas con supervisión o trabajo humano.
Para economistas y especialistas en empleo, la advertencia tiene eco en contextos como el costarricense. Aquí, sectores como centros de servicio compartido, call centers, manufactura ligera y servicios de tecnología han sido tradicionalmente fuentes de empleo inicial para jóvenes y personas en proceso de reentrada laboral. La automatización sin planes de reentrenamiento podría generar desajustes significativos en la oferta de trabajo y ampliar brechas socioeconómicas.
El llamado de Patel plantea también responsabilidades para gobiernos y universidades: articular esquemas de capacitación técnica, promover alianzas público-privadas y adaptar currículos que preparen a trabajadores para tareas complementarias a la IA. En Costa Rica, expertos consultados por este medio coincidieron en que la política pública debería priorizar programas de re-skilling y up-skilling, además de incentivos para que las empresas mantengan y transformen puestos de nivel inicial.
En el plano empresarial, algunas compañías han empezado a experimentar modelos donde la IA acelera tareas repetitivas mientras que el talento humano se concentra en resolución de problemas, atención al cliente de mayor complejidad y supervisión ética de algoritmos. Patel defendió ese enfoque como sostenible: “Invertir en talento, no solo en automatización”, dijo, en línea con la idea de que la adopción responsable de IA puede impulsar productividad sin sacrificar oportunidades laborales.
El debate continuará a medida que la tecnología avance, pero la posición de un alto ejecutivo de la industria como Patel añade presión para que las decisiones sobre IA se tomen con visión social y estratégica, no solo con criterios de ahorro a corto plazo.