Expo Osaka 2025: arquitectura y sorpresas en Yumeshima

By Ana
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La Expo Osaka 2025 vuelve a colocar a Japón en el mapa de las grandes ferias internacionales, 55 años después de la edición de 1970. Bajo el lema de diseñar una sociedad futura que haga la vida más brillante, la muestra en Yumeshima —una de las tres islas artificiales del puerto de Osaka— promete ser un festival de innovación, arquitectura y experiencias participativas. Pura vida, mae: para los ticos curiosos, esta cita es una mezcla de museo vivo y laboratorio urbano.

A diferencia de eventos como los Juegos Olímpicos o la Copa del Mundo, la Expo 2025 pone a la persona en el centro. Cualquier visitante puede interactuar con pabellones, talleres y propuestas que exploran cómo la tecnología y el diseño pueden mejorar la vida cotidiana. La elección de Yumeshima no es casual: la isla, planificada originalmente como nuevo centro urbano de Osaka y frenada por la burbuja económica, vive ahora un nuevo impulso gracias al certamen. Se han previsto nuevas conexiones de transporte —incluida una estación de metro— con la intención de transformar la zona y dejar un legado urbano concreto.

En materia de arquitectura y sostenibilidad, los pabellones llaman la atención por soluciones creativas y de bajo impacto. El Pabellón Mitsubishi del Futuro reutiliza materiales propios de la construcción temporal: lonas que funcionan como cielorrasos, andamios metálicos que se ensamblan como muros y otras soluciones que reducen el uso de hormigón y excavaciones profundas. La estrategia va más allá de lo estético: al limitar la intervención en el terreno y devolver las tierras removidas tras el desmontaje, se busca minimizar la huella ambiental del evento.

Otro emblema arquitectónico es la gran cubierta ‘Ōyane’, diseñada por Sou Fujimoto. Esta estructura anular de madera abraza los espacios principales de la Expo y recuerda, por su forma, al dohyo del sumo, delimitando un recinto con identidad propia. Con alturas que van de 12 a 20 metros según el punto y una circunferencia de 2.025 metros, la obra combina técnicas tradicionales de carpintería japonesa con soluciones contemporáneas. Tras su finalización, recibió el récord Guinness como la mayor construcción de madera del mundo, un dato que alimenta el interés de estudiantes y profesionales de la arquitectura.

Para los viajeros ticos que consideren la visita, la Expo Osaka 2025 ofrece un mosaico de razones para venir: innovación sostenible, arquitectura monumental y la posibilidad de ver cómo un gran evento internacional puede reactivar un territorio. Lejos del sensacionalismo, la apuesta de Osaka es práctica y esperanzadora: mostrar que los grandes proyectos pueden diseñarse pensando en la gente y en el planeta. Eso, al final, es algo que nos puede inspirar hasta en Costa Rica.

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Ana
Hola, soy Lucía Brenes, periodista costarricense apasionada por contar historias que conectan la vida cotidiana con el turismo, la gastronomía y las expresiones culturales de nuestra región. Me gusta explorar rincones auténticos, conversar con la gente local y compartir esas experiencias de una forma cercana y natural. A lo largo de mi carrera he escrito sobre viajes sostenibles, festivales culturales, tradiciones familiares y tendencias de estilo de vida que marcan la identidad costarricense y latinoamericana. Creo firmemente que cada relato, desde un café en San José hasta una exposición en Japón, puede abrirnos nuevas formas de ver el mundo.
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