La Expo Osaka se ha consolidado como un escenario mundial donde la música en vivo y la danza tradicional conectan culturas sin necesidad de traducción. Los pabellones internacionales ofrecen un espectáculo sonoro que mezcla historia, innovación y experiencias inmersivas para los visitantes.
En el pabellón de Hungría, la puesta en escena teatral con voces folk envuelve a los asistentes en una atmósfera única. Irlanda, con violines y banjos, transforma su espacio en un baile colectivo que une raíces celtas con el tradicional Bon japonés.
Irlanda y Rumania en Expo Osaka: tradición y espectáculo
El pabellón irlandés varía cada día, con música inspirada en mitos antiguos y en la naturaleza. Los visitantes se integran a un baile donde la cultura europea se enlaza con la japonesa. En Rumania, la propuesta es clásica: flautas y danzas acompañadas de proyecciones de paisajes naturales que buscan transmitir calma y belleza.
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Vietnam y Arabia Saudita: sonidos de identidad en Expo Osaka
Vietnam ofrece hasta cuatro sesiones diarias con instrumentos de bambú ejecutados por músicos de la Academia Nacional de Música. Su repertorio va desde piezas tradicionales hasta arreglos modernos que cautivan al público. Arabia Saudita, por su parte, sorprende con el oud, el laúd árabe de tonos profundos, que a veces se fusiona con sets de DJ para crear ritmos contemporáneos.
Expo Osaka: un viaje cultural a través de la música
Más allá de la tecnología y la innovación, la Expo Osaka se reafirma como un espacio de encuentro cultural donde Hungría, Irlanda, Rumania, Vietnam y Arabia Saudita presentan su identidad a través de melodías, cantos y bailes.
Para los viajeros que disfrutan de la música en vivo, este evento se convierte en una parada obligatoria. La música, en Osaka, es el idioma universal que une a los pueblos.
Fuente: Expo Osaka 2025