Por qué el Santuario Fushimi Inari se ve tan cool

By Ana
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穿梭在「千本鳥居」(「千本」意思是一千座,比喻鳥居數目眾多

Como periodista tico acostumbrado a contar historias de viajes, cultura y vida, entiendo bien por qué visitantes de todo el mundo dicen que el Santuario Fushimi Inari en Kyoto es «muy cool». Más allá del furor en redes, la sensación nace de una mezcla poderosa: estética, historia accesible y una experiencia que se vive con el cuerpo, no solo con la cámara.

Lo primero que impacta son los miles de torii rojos que forman túneles interminables. Ese paisaje fotogénico, conocido como los mil torii, es un icono instantáneo de Japón. Los colores y la repetición crean una atmósfera casi hipnótica, perfecta para fotos, pero también para caminar en calma. Esa conjunción entre lo visual y lo físico es una de las razones por las que Fushimi Inari se volvió tan popular entre turistas que buscan algo auténtico pero fácil de disfrutar.

Otro punto clave es que la visita es totalmente gratuita. A diferencia de muchos templos de Kyoto que cobran entrada, en Fushimi Inari puedes entrar sin pagar, recorrer senderos y subir por la ladera del monte Inari a tu ritmo. Esa apertura lo hace muy atractivo para mochileros, parejas y familias que viajan con presupuesto limitado.

La ubicación es práctica: desde JR Kyoto Station se llega en un viaje corto, apenas una estación hasta Inari Station, lo que facilita incluirlo en una jornada de paseo por la ciudad. Además, el santuario no es solo la plaza principal; toda la montaña está consagrada, y la caminata por sus senderos ofrece miradores, pequeños altares y tranquilidad entre árboles.

La historia también suma. Con orígenes que se remontan al periodo Nara (alrededor de 708–715), Fushimi Inari es la cabeza de cerca de 30,000 santuarios Inari en todo Japón. Esa continuidad histórica y la presencia de símbolos como las estatuas de zorros hacen que la visita tenga un peso cultural real, no solo un atractivo visual.

Finalmente, la experiencia funciona para perfiles distintos: fotógrafos buscan la luz entre los torii, caminantes disfrutan del senderismo en la montaña, y quienes gustan de lo cultural aprecian los rituales y las ofrendas. Como tico que ha viajado por varios santuarios, puedo decir que la mezcla de accesibilidad, estética icónica, historia y posibilidad de explorar a pie convierte a Fushimi Inari en un lugar que se siente fresco y cercano, casi como decir pura vida en Kyoto. Por eso, aunque su popularidad creció por listas y fotos virales, la magia del santuario sigue siendo genuina y, definitivamente, muy cool.

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Ana
Hola, soy Lucía Brenes, periodista costarricense apasionada por contar historias que conectan la vida cotidiana con el turismo, la gastronomía y las expresiones culturales de nuestra región. Me gusta explorar rincones auténticos, conversar con la gente local y compartir esas experiencias de una forma cercana y natural. A lo largo de mi carrera he escrito sobre viajes sostenibles, festivales culturales, tradiciones familiares y tendencias de estilo de vida que marcan la identidad costarricense y latinoamericana. Creo firmemente que cada relato, desde un café en San José hasta una exposición en Japón, puede abrirnos nuevas formas de ver el mundo.
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