El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó este lunes una denuncia de gran alcance: aseguró que Estados Unidos desplegó ocho barcos militares, un submarino nuclear y 1.200 misiles apuntando hacia territorio venezolano, en lo que calificó como “la mayor amenaza militar en 100 años” en el Caribe. Según el mandatario, se trata de una acción “extravagante, inmoral, injustificable y absolutamente criminal”, que evoca la crisis de los misiles de Cuba de 1962.
Una amenaza directa en el Caribe 1.200 misiles apuntando a Venezuela
En un discurso transmitido por la televisión estatal, Maduro afirmó que el despliegue norteamericano coloca al Caribe en el escenario de mayor tensión militar de las últimas décadas. A su juicio, Washington busca desestabilizar la región con maniobras navales que superan incluso los parámetros de disuasión convencionales.
El presidente comparó la situación con la Guerra Fría y advirtió que Venezuela mantiene una política de defensa soberana. “Declaro máxima preparación para la defensa de la patria. No podrán doblegar a Venezuela ni arrastrar a Suramérica a un conflicto que nadie desea”, señaló.
1.200 misiles apuntando a Venezuela y acusaciones contra políticos de EE.UU.
Maduro también responsabilizó directamente al senador estadounidense Marco Rubio, a quien acusó de promover la escalada militar con el apoyo de lo que denominó “la mafia de Miami”. Según el mandatario, estos sectores buscan presionar al expresidente Donald Trump y a otros líderes estadounidenses para justificar acciones militares contra Venezuela.
“Pretenden reeditar viejas fórmulas de guerra fría. Pero nosotros tenemos dignidad, tenemos historia y tenemos pueblo dispuesto a defender esta tierra”, declaró.
Diplomacia debilitada y retorno de migrantes
El jefe de Estado reconoció que los canales diplomáticos con Washington se encuentran “maltrechos”, aunque reiteró que su gobierno mantendrá la atención a los venezolanos en el exterior. Insistió en que promoverá programas de retorno voluntario para quienes deseen regresar al país en medio de las tensiones.
Maduro sostuvo que la denuncia internacional de este despliegue será llevada a foros multilaterales, y que Venezuela buscará el respaldo de aliados estratégicos para enfrentar lo que describe como “una amenaza criminal contra el continente”.
1.200 misiles apuntando a Venezuela reacciones
La denuncia ocurre en un contexto ya marcado por fricciones entre Caracas y Washington, y por la presencia militar norteamericana en aguas caribeñas como parte de sus operaciones antinarcóticos. En este escenario, el señalamiento de Maduro eleva la tensión diplomática y militar en una región donde conviven intereses energéticos, comerciales y geopolíticos.
Hasta el momento, no se ha producido una reacción oficial del gobierno de Estados Unidos. Tampoco la embajada de ese país en Caracas se ha pronunciado sobre las acusaciones. Analistas internacionales coinciden en que la denuncia de Maduro, aunque no pueda verificarse de inmediato, responde a una estrategia de reforzamiento interno y de búsqueda de respaldo internacional frente a un escenario adverso.
Análisis: entre disuasión y retórica
Expertos señalan que este tipo de declaraciones cumplen dos propósitos: por un lado, denunciar un despliegue militar real que podría condicionar la seguridad regional; por otro, consolidar el discurso político interno en Venezuela, donde la narrativa de resistencia frente a Estados Unidos sigue siendo un eje de legitimidad para el chavismo.
La advertencia de Maduro sobre “máxima preparación militar” refleja también un intento de cohesionar a las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas y enviar un mensaje de unidad nacional. En paralelo, coloca a Washington bajo el foco internacional, responsabilizándolo de cualquier incremento en la tensión caribeña.
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El escenario descrito por Maduro proyecta un panorama delicado en el Caribe, con un despliegue militar estadounidense que, de confirmarse en los términos planteados, sería uno de los más significativos en décadas. Mientras no haya una aclaración oficial de parte de Washington, la denuncia venezolana seguirá alimentando el debate sobre el equilibrio de poder en la región y el riesgo de que una crisis diplomática escale hacia un enfrentamiento mayor.
Fuente: RT