En el hielo en Vladivostok, atletas como Dmitry Afanasyev entrenan hockey en trineo con disciplina y sueños paralímpicos, pese a la sombra de la guerra.
En el hielo del Lejano Oriente ruso
A un extremo del país, en Vladivostok, un grupo de deportistas practica cada día. Dmitry Afanasyev tiene 30 años. Él se sienta en un trineo especial. Se quita las prótesis y usa palos para impulsarse. Sueña con ganar una medalla paralímpica. Además, entrena con sus compañeros del equipo Soyuz.
hielo en Vladivostok: Un deporte que desafía la distancia
Aunque Vladivostok está a miles de kilómetros de Ucrania, la guerra llega hasta aquí. Por ejemplo, las noticias y las decisiones políticas influyen en la vida local. Sin embargo, en la pista hay silencio y concentración. El deporte funciona como refugio. Por lo tanto, los jugadores se preparan con disciplina.
Los entrenamientos son intensos. Los trineos están diseñados para velocidad y estabilidad. Además, el equipo local comparte recursos y apoyo entre sí. Los clubes de la ciudad mantienen las instalaciones abiertas. En consecuencia, el hockey en trineo sigue creciendo en popularidad.
Vida cotidiana y efectos indirectos del conflicto en hielo en Vladivostok
La guerra no se vive igual en todas partes. Aquí llega de manera indirecta. Hay debates en la calle. También hay familias con amigos afectados por el conflicto. Por lo tanto, la sensación de lejanía convive con la preocupación. Finalmente, algunos jóvenes se preguntan sobre su futuro deportivo y personal.
A pesar de todo, el espíritu competitivo no se apaga. Los deportistas reciben apoyo local. Asimismo, organizaciones deportivas promueven eventos regionales. Esto permite mantener la esperanza y la práctica regular.
Una mirada hacia los Paralímpicos
Dmitry aspira a estar en los Juegos Paralímpicos. Entrena para mejorar su técnica y resistencia. Además, busca competir con equipos de otras regiones. El objetivo es claro: representar a su ciudad y alcanzar un podio.
Por ejemplo, participar en torneos nacionales ayuda a medir el nivel. Sin embargo, faltan recursos en algunas áreas. En consecuencia, la colaboración entre clubes y autoridades es clave.
Finalmente, la pista de Vladivostok muestra que el deporte puede unir y sanar. A 4.000 millas de la guerra, un grupo de atletas lucha por su sueño. Y lo hace con trineos, palos y mucha determinación.
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