El Gobierno brasileño afirmó que las amenazas del senador estadounidense Marco Rubio en reacción a la condena de Jair Bolsonaro “no intimidarán al país”. En una declaración pública, autoridades señalaron que Brasil defenderá su soberanía y el respeto a la independencia judicial, y rechazaron cualquier intento externo de condicionar decisiones de los tribunales.
Contexto: la condena y la tensión Brasil y EE.UU.
Bolsonaro fue sentenciado por intento de golpe y liderazgo de grupo armado tras los disturbios que siguieron a las elecciones. El veredicto recrudeció la polarización interna y encendió focos rojos en la relación Brasil y EE.UU., luego de que Rubio advirtiera posibles represalias.

Respuesta oficial y líneas rojas.
Cancillería (Itamaraty) remarcó que Brasil no aceptará presiones y que cualquier desacuerdo debe canalizarse por vías diplomáticas. También subrayó que los procesos judiciales son asuntos internos, amparados en la Constitución y ajenos a injerencias políticas externas.
Qué puede venir: comercio, diplomacia.
Analistas prevén ruido diplomático y eventuales intentos de presión comercial desde Washington, aunque destacan los fuertes vínculos económicos bilaterales como incentivo para moderar la escalada. En paralelo, el Gobierno brasileño buscaría cerrar filas internas y sostener el mensaje de que la justicia actúa con autonomía.