La presión arterial puede subir peligrosamente en verano por calor extremo y deshidratación, pero con 4 claves prácticas es posible mantenerla estable.
En la radiante y bochornosa temporada veraniega, no basta con resguardarse del golpe de calor: ¡también hay que estar alertas con la presión arterial! Las altas temperaturas, sumadas a la deshidratación, pueden espesar la sangre, elevar la tensión y poner en jaque nuestra salud. Médicos especialistas recomiendan prestar atención a la rutina diaria y seguir cuatro estrategias prácticas y eficaces para disfrutar de un verano sereno y saludable.

Cuando llega el fin de semana bajo un sol inclemente, todos sueñan con rincones frescos o un escape a la costa para sentirse más livianos… Pero ¿sabías que el calor extremo no solo puede provocar insolación, sino también un derrame cerebral? Las altas temperaturas provocan sudor abundante y pérdida de líquidos, lo que deshidrata el cuerpo y espesa la sangre. Esto eleva el riesgo de coágulos, los cuales pueden bloquear las arterias al tiempo que la deshidratación contrae los vasos sanguíneos. Como resultado, la presión sube y puede desencadenar mareos intensos, cefaleas punzantes y otros síntomas incómodos. La hipertensión es una de las más comunes.
Identificá 6 señales comunes de la presión arterial
Según estadísticas en Taiwán, una de cada cuatro personas vive con hipertensión. Una cifra que no es menor, y que sin el debido control, puede afectar profundamente nuestra calidad de vida.
Dolor de cabeza
Mareos
Tensión o rigidez en cuello y hombros
Falta de aire
Sangrado nasal
Zumbidos en los oídos

5 complicaciones graves asociadas con la hipertensión
Problemas cardiovasculares
La presión alta exige un esfuerzo mayor al corazón, causando hipertrofia, insuficiencia cardíaca o, en casos graves, muerte súbita
La circulación deficiente por vasos angostos puede derivar en anginas, arritmias o infartos
Enfermedades en las arterias
Puede originar daño arterial y endurecimiento, formando aneurismas fatales y hemorragias internas
Accidentes cerebrovasculares
El riesgo latente de coágulos impide el flujo cerebral, generando muerte de células y eventos como isquemia cerebral o derrames
Daño renal
La hipertensión afecta los filtros renales, propiciando acumulación de toxinas, esclerosis glomerular o falla renal crónica
Complicaciones oculares
Los pequeños vasos que alimentan los ojos sufren daño, produciendo hemorragias, visión nublada y riesgo de ceguera

4 claves para mantener una presión arterial equilibrada bajo el sol
1. Control del peso:
El sobrepeso incrementa el riesgo de hipertensión en un 117%. Bajar de peso puede reducir hasta un 54% dicho riesgo.
Se recomienda aplicar el método 211 en las comidas: llená la mitad del plato con vegetales, un cuarto con proteínas y el restante cuarto con carbohidratos saludables para lucir una figura vital.
2. Consumí minerales esenciales en buena medida:
Reducí el sodio: procurá no superar los 2,000 miligramos diarios (aprox. una cucharadita de sal).
Sumá potasio: tomate, frijoles, espinaca o semillas son excelentes fuentes.
Incorporá magnesio: presente en verduras de hojas verdes, nueces o suplementos naturales concentrados.
3. Mantenete activo con ejercicios suaves y constantes:
Un estilo de vida agitado y estresado aumenta un 140% el riesgo de hipertensión crónica.
Lo ideal es practicar de 90 a 150 minutos semanales de ejercicios aeróbicos o entrenamientos de resistencia suave.
4. Aprendé a gestionar el estrés:
Hacer ejercicio con frecuencia contribuye a ampliar el diámetro de los vasos arteriales, aliviando la presión arterial y reduciendo el grosor de las arterias carótidas.
Incorporá hábitos como yoga, meditación o simplemente escuchar música para relajar cuerpo y mente.

Finalmente, recordá que tener una actitud liviana y aprender a liberar la tensión emocional es clave. Aunque no podamos evitar las preocupaciones del día a día, es vital que no afecten tu bienestar cardiovascular. Descubrí el método de relajación que mejor se adapte a vos —ya sea una caminata por el jardín, técnicas de respiración o un té helado al atardecer— y regalate un verano lleno de salud, calma y alegría.
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