Olimpiadas Costarricenses de Química y de Ciencias:
Este lunes 19 de setiembre se realizó la premiación de la Olimpiada Costarricense de Química y la Olimpiada Costarricense de Ciencias, donde decenas de estudiantes de secundaria recibieron reconocimientos por su esfuerzo y dedicación. Los máximos honores recayeron en Víctor Steven Rojas Méndez y Matías Andino Castellanos, ganadores del oro absoluto en sus respectivas categorías.
Excelencia doble en Química.
Rojas Méndez, estudiante de undécimo año del Colegio Científico de Abangares, obtuvo además el mejor resultado en la prueba teórica y en la experimental. “Estoy muy feliz de representar a mi colegio y reconocer el esfuerzo de mis padres, profesores y amigos. Me inspira mucho pensar en mi profesora, que trabaja en la industria, da clases y viaja; me gustaría ser como ella”, expresó.
Brillo total en Ciencias.
Por su parte, Matías Andino Castellanos, de noveno año, logró la mejor nota en laboratorio y en teoría en la Olimpiada de Ciencias. “Es la materialización de mi esfuerzo y de todas las oportunidades que me han brindado. Este logro no es solo mío, es de quienes me han apoyado, especialmente mi mamá y mi papá”, señaló. Aunque aún explora opciones, ya se inclina por la química como ruta profesional.
Reconocimiento institucional.
Durante la ceremonia en el auditorio Cora Ferro de la Universidad, el viceministro de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, Orlando Vega Quesada, destacó: “Hoy no celebramos únicamente el cierre de estas Olimpiadas, celebramos el talento y la pasión por la ciencia de la juventud costarricense. Así como en la química cada elemento tiene un papel único, cada niño y cada joven aporta su chispa y su talento, catalizando nuevas oportunidades para el desarrollo del país”.
El jerarca agradeció a familias, docentes y tutores, a quienes calificó como “verdaderos catalizadores del talento”: “El esfuerzo y el compromiso son ingredientes esenciales para el éxito. Les invito a soñar en grande y a aprovechar las oportunidades que ofrecen las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas”.
Participación y propósito.
Este año participaron alrededor de 900 estudiantes en la Olimpiada de Química y unos 700 en la de Ciencias, provenientes de todas las regiones del país. Tras varias etapas eliminatorias, los mejores llegaron a la final, donde se premió su excelencia en teoría y laboratorio.
Más allá de las medallas, la jornada subrayó la necesidad de sembrar vocaciones científicas tempranas, estimular la curiosidad y cultivar habilidades que acompañarán a las y los jóvenes durante toda la vida. En palabras de la organización, “las Olimpiadas no solo cierran una competencia: encienden sueños, pasiones y nuevas vocaciones que transformarán el futuro”.