¡Qué tuanis, mi compa! Imaginate que esa bici que usás para ir a comprar el pan, o para pasear por la ciclovía, no solo te mantiene en forma y te ahorra la gasolina. Resulta que es un verdadero escudo para tu cerebro. Un estudio reciente, de esos que te dejan con la boca abierta, sugiere que darle al pedal es una jugada maestra para prevenir la demencia. ¡Así como lo oís!

Hace un tiempo se supo que la actividad física era un factor clave para alejar el riesgo de demencia. De hecho, la Comisión Lancet 2024 identificó 14 factores que, si los atendemos, podrían prevenir o retrasar casi el 45% de los casos de demencia. Con más de 55 millones de personas afectadas en el mundo y un pronóstico de casi el triple para 2050, esto no es un juego, es algo serio.
Pero, ¿por qué la bici? El estudio, que le echó un ojo a casi 480,000 personas en Gran Bretaña y se publicó en la revista JAMA Network Open, encontró una conexión impresionante: la gente que se mueve en bici tiene un 19% menos de riesgo de cualquier tipo de demencia y un 22% menos de riesgo de desarrollar Alzheimer, comparado con los que andan en carro, bus o tren. ¡Un número que te deja pensando!

¿Cómo lo Descubrieron?
Para este estudio, los investigadores usaron datos del UK Biobank, un proyecto que sigue la salud de más de 500,000 personas entre 40 y 69 años. Los participantes, con una edad promedio de 56.5 años, tuvieron que contar en qué se movían más en las últimas cuatro semanas. Había de todo: los que andan en carro (modo no activo), los que caminan, los que combinan caminar con carro (caminata mixta) y los que pedalean o combinan la bici con otros medios (ciclismo mixto).
Los resultados a lo largo de 13.1 años de seguimiento fueron claros: 8,845 participantes desarrollaron demencia y 3,956 Alzheimer. Y adivinen qué: los ciclistas eran los que mejor la libraban. Por si fuera poco, el estudio también mostró que el ciclismo estaba asociado con un mayor volumen del hipocampo, esa parte del cerebro que es la pura vida para la memoria y el aprendizaje.
El Dr. Joe Verghese, un neurólogo de la Universidad de Stony Brook, que no participó en el estudio, lo confirmó: «Este estudio es el primero en demostrar que andar en bici no solo está vinculado a un menor riesgo de demencia, sino también a un hipocampo más grande». ¡Una doble victoria para los que le dan al pedal!
¿Qué Hay de la Caminata?
Ahora, un dato curioso: caminar y caminar de forma mixta también ayudaron a reducir el riesgo de demencia en un 6%, pero, ¡ojo!, se ligaron a un 14% más de riesgo de Alzheimer. Un poco contradictorio, ¿verdad? El Dr. Glen Finney, otro neurólogo experto, cree que esto podría ser porque algunos de estos caminantes ya tenían problemas de equilibrio o para manejar, lo que los hacía preferir caminar. Además, no es lo mismo ir a paso de tortuga que caminar con ganas y a buen ritmo. El estudio no especificó la intensidad, frecuencia o duración de la caminata, lo que podría explicar esta diferencia.
¡Pero No se Vayan en Todas! Hay que Ser Realistas
Como en todo, hay que ponerle un poco de pimienta. La Dra. Sanjula Singh, investigadora del Brain Care Labs, que tampoco fue parte del estudio, nos pone con los pies en la tierra. Ella dice que el estudio tiene sus peros, y no es para menos.
- Autoreporte: Los participantes contaron cómo se movían en un solo momento. No sabemos si cambiaron de hábitos con el tiempo.
- Población: La mayoría de los participantes eran de raza blanca y bastante saludables. Esto significa que los resultados podrían no aplicarse a todas las comunidades.
- Asociación, no Causa-Efecto: Y este es el punto más importante: el estudio muestra una asociación, no que el ciclismo directamente prevenga la demencia. Puede ser que la gente que anda en bici ya sea más sana, tenga mejores hábitos o incluso una mejor genética. ¡Un círculo virtuoso!
Los mismos autores reconocieron que los que optaban por el ejercicio eran más propensos a ser mujeres (en general), no fumadores, con más estudios, con un IMC (Índice de Masa Corporal) más bajo y menos enfermedades crónicas. Y en el grupo de los ciclistas, ¡se veían más hombres, con estilos de vida aún más saludables!

El «Pura Vida» del Ciclismo: ¿Cómo Empezar?
A pesar de las limitaciones, la conclusión es clara como el agua: ¡el ejercicio es pura vida para el cerebro! Andar en bici mejora la salud del corazón, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, y hasta mejora la neuroplasticidad. Y, además, la bici requiere más coordinación y concentración que solo caminar, lo que podría darle a tu cerebro ese «empujoncito» extra.
Si sos de los que se la pasan en la hamaca y querés darle a la bici, ¡a darle! Pero con cabeza. El Dr. Verghese recomienda hablar con tu médico antes de empezar. Y si ya tenés el visto bueno, la Dra. Singh aconseja empezar con rutas cortas y seguras, como ciclovías. ¡Y porfa, usá siempre el casco, luces y ropa reflectora!
Aunque no andés en bici todos los días, con solo una o dos veces a la semana ya le estás haciendo un favor a tu coco. Y si el tráfico te da miedo, ¡una bici estática en la casa también es una opción!
En resumen, compa, no hay excusa. Ponete las tenis y agarrá la bici. Tu cerebro te lo va a agradecer con un grito de ¡Pura Vida!
Pedalear es más que un hobby, es Pura Vida sobre ruedas.