El destructor japonés JS Chokai será equipado con misiles Tomahawk de largo alcance fabricados en Estados Unidos, en el marco de un acuerdo militar que busca reforzar la defensa nipona ante crecientes tensiones regionales.
Japón y el JS Chokai: buque clave en la modernización
El JS Chokai permanecerá un año en aguas estadounidenses, donde será modificado para lanzar Tomahawks y su tripulación entrenada en su uso. Estos misiles, con un alcance de 1.600 kilómetros, permiten impactar objetivos en el interior de China o Corea del Norte desde el mar.
El ministro de Defensa, Gen Nakatani, justificó la medida señalando que Japón enfrenta el escenario de seguridad “más severo y complejo” desde la Segunda Guerra Mundial.
Japón y el JS Chokai y los Tomahawk: una señal en la carrera armamentista
Tokio adquirirá 400 misiles Tomahawk como parte de un incremento histórico en su presupuesto militar. Este cambio rompe con la postura defensiva estricta que caracterizó al país desde 1945 y refleja la presión de amenazas regionales como China y Corea del Norte.
El acuerdo, firmado a inicios de 2024, estrecha aún más los lazos militares con Washington y marca un giro en la política de seguridad japonesa.
Japón, China y el nuevo equilibrio militar
La decisión japonesa podría intensificar la tensión en el Pacífico. China ha criticado en varias ocasiones la militarización de la región, mientras que países vecinos como Corea del Sur y Taiwán observan con cautela.
Expertos advierten que un error de cálculo podría escalar rápidamente, en un contexto donde el equilibrio entre disuasión y provocación es cada vez más frágil.
Conclusión
El JS Chokai y los misiles Tomahawk simbolizan un nuevo capítulo en la estrategia de defensa japonesa. Mientras fortalece su alianza con EE.UU., Japón envía una señal clara de que está dispuesto a asumir un rol más activo en la seguridad del Asia-Pacífico.
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