Tras meses de violencia y estancamiento diplomático, Israel y Hamas abrieron este sábado una ventana de esperanza al expresar su disposición para avanzar en el plan de paz de Donald Trump. Aunque el proceso sigue siendo frágil, las declaraciones marcan un posible punto de inflexión en uno de los conflictos más complejos del Medio Oriente.
Israel y Hamas dan señales de diálogo
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó que su gobierno se prepara para aplicar la primera fase del plan de Trump, centrada en la liberación inmediata de los rehenes.
Mientras tanto, Hamas manifestó estar dispuesto a iniciar negociaciones “inmediatamente”, aunque sin aceptar todos los términos de forma incondicional.
Este gesto, aunque prudente, representa un cambio de tono tras meses de enfrentamientos directos y fracasos diplomáticos.
Israel y Hamas: un proceso frágil pero histórico
De concretarse, la primera etapa incluiría un alto al fuego limitado, así como intercambios de prisioneros y rehenes. Ambos elementos buscan restablecer la mínima confianza necesaria entre las partes.
Fuentes israelíes aseguran que el gabinete de seguridad ya coordina con las fuerzas armadas la posible implementación, mientras que voceros palestinos piden garantías internacionales para evitar incumplimientos.
Aun así, expertos señalan que el plan de Trump —criticado anteriormente por favorecer a Israel— solo funcionará si se logra un equilibrio real en las concesiones.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha reaccionado con cautela y optimismo moderado.
La ONU y varios países europeos instaron a ambas partes a comprometerse con el proceso.
Por su parte, Estados Unidos destacó que el plan contiene elementos “viables”, aunque advirtió que la clave será el compromiso sostenido.
Incluso críticos del expresidente Trump reconocen que, de avanzar, este intento podría marcar un punto de inflexión en el conflicto.
Un camino lleno de incertidumbre
Pese a las declaraciones, los desafíos son enormes: la desconfianza mutua, las divisiones internas en ambas partes y las presiones políticas podrían obstaculizar el proceso.
Las familias de los rehenes y de las víctimas del conflicto observan con esperanza, conscientes de que Israel y Hamas solo lograrán la paz con medidas concretas y supervisión internacional efectiva.
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